miércoles, 26 de febrero de 2014

In the land of Pisco... Pisco Gatherings "A Story in New York"

Pisco / Peru more tan 400 years of History & Tradition (1613 -2013)
By: José Antonio Luna Caballero

Translate by Katrina Heimark

My wife and I made it through the end of the 90s and by the start of the new millennium we had been settled in New York for some 7 or 8 years. It isn’t important to discuss the details of why we made the trip, but a small summary in regards to our principal motive will help the reader understand the love and affection we have for our Peru. I am an architect and a musician at heart, and the principal reason that we moved here was the deepening of my knowledge of the guitar as applied to jazz music, as well as practicing my profession. My intention was to meld our music, above all, Afro-Peruvian music, with jazz, a combination that today many very good Peruvian musicians develop and practice.

As is typical with “temporary” immigrants, in the end, different motives or circumstances make the majority of us put down roots here. I brought with me, to this New York neck of the woods, my unblemished attachment to our land, its culture and its grandeur despite the fact that over those years the news in Peru was, principally, negative. But if during those tragic years and despite everything, I always defended what was ours, I did so even more so when things changed. It was then that the first “New Latino” restaurants were inaugurated which flaunted some Peruvian dishes--more in name than in flavor--but it was the first step towards what would come next. Among the first Latino chefs to become famous was Douglas Rodriguez, a son of Cuban immigrants and student of various Latin cuisines. He spent time in Peru, particularly in the northern regions, collecting flavors and Peruvian drinks, to later collaborate with a man of Irish descent in the opening of the famous Chicama restaurant on 18th Street in Manhattan. The first restaurant of this kind was El Patria on Park Avenue and 23rd Street. In these quality restaurants, which appear to be under an order of permanence and seniority in this country, Latin drinks are served along with Latin food, the first of which is the Margarita of Mexico, the Mojito of Cuba, the Caipirihna of Brazil and of course, the Pisco Sour… In those new restaurants that were multiplying across Manhattan and that we visited time and time again, we would always check the menu for Latin drinks and dishes. In the descriptions that normally followed, we sometimes found definitions such as this: Pisco Sour: Chilean Brandy mixed with lime, sugar, etc.

Then a friend of mine, an Argentine reporter and I, in a sort of Peruvian-Argentine Society, launched a campaign to clarify and promote the authenticity and origin of Pisco. Many times, and when necessary, we called the managers of the restaurants in order to explain to them in technical terms and with proof, why Pisco is Peruvian. Once in one of those restaurants which was called Sonora, the manager, at our insistence, responded that he was going to change the menu, but for increased assurance against the possibility that someone would refute the claim, or even complain, he asked for my name and number, which I gladly gave him.

Of course, no one ever called me… Sometime later, we returned to the same location to make sure that he had fulfilled his promise, and to our grand surprise, the menu said: Pisco Sour, Peruvian cocktail made with Original Peruvian Pisco… and if you disagree, talk to Jose Luna; he can be reached at telephone number… Seeing that filled me with pride, as today many restaurants and bars that offer Pisco Sour present it for what it is: Peruvian. Like everything in this city, when it grows, it grows exponentially. We can no longer track down every restaurant that serves our national drink, but this we can do: thanks to the labor of many Peruvians, like in my case, who have gone ahead with patience and affection, we continue to defend our Pisco. We have taken the lead and ratified, once again, that Pisco is of Peruvian origin, from a city south of Lima called Pisco, and that an exquisite combination has given birth to the unequalled and unique Pisco Sour.

July 2009

Tertulias pisqueras

Una Historia en New York (Versión Resumida)
Escribe: José Antonio Luna Caballero

Corrían los años finales de los noventas y comienzos del 2000 cuando para entonces hacían unos siete u ocho años que mi esposa y yo nos afincamos en Nueva York. No viene al caso entrar en pormenores del porqué de ese viaje pero una pequeña reseña del motivo principal ayudará a entender ese amor y cariño por lo nuestro, por nuestro Perú. Soy arquitecto y músico de corazón y la razón principal de nuestro traslado aquí fue la especialización de mis conocimientos de guitarra aplicados al jazz. y la práctica de mi profesión. Mi intención era lograr fusionar nuestra música, sobre todo la afro peruana con el jazz, combinación que hoy practican y desarrollan muy buenos músicos peruanos.

Como es típico con los inmigrantes "temporales", diversos motivos o circunstancias hacen que en su mayoría terminemos echando raíces aquí. Traje conmigo a estos lares nuevayorquinos, mi acendrado apego a nuestra tierra, su cultura y su grandeza pese a que por esos años las noticias del Perú eran en su mayoría negativas. Pero si durante esos aciagos años y a pesar de todo siempre salía en defensa de lo nuestro, con mayor razón, cuando se revirtió la situación. Entonces se empezaban a inaugurar los primeros restaurantes "Nuevo Latino" que ostentaban algunos platos peruanos -mas de nombre que de sabor- pero ya era un primer paso hacia lo que vendría después. Entre los primeros "chefs" latinos se hizo famoso Douglas Rodríguez, hijo de inmigrantes cubanos y estudioso de varias cocinas latinas.

Estuvo en el Perú, particularmente en el norte recogiendo sabores de comidas y tragos peruanos, para luego en colaboración con un descendiente de irlandés abrir el famoso restaurante Chicama de la calle 18 en Manhattan. El primer restaurante de ese tipo fue el Patria en Park Avenue y la calle 23 y en esos locales de calidad, aparecen por orden de permanencia y antigüedad en este país, junto con la comida latina, los tragos latinos, primero la margarita de México, el mojito de Cuba, la caipirihna de Brasil y por supuesto el Pisco Sour… Allí es que en estos nuevos restaurantes que se multiplicaban por Manhattan y que recorrimos una y otra vez, al revisar la carta con los platos y tragos latinos, en la descripción que solía acompañarlos, encontrábamos algunas veces definiciones como esta: Pisco Sour, Brandy chileno mezclado con limón, azúcar, etc. etc.

Entonces un amigo periodista argentino y yo, en una suerte de sociedad peruano-argentina, emprendimos la campaña de aclarar y promover la autenticidad y origen del Pisco, llamando muchas veces y cuando era necesario a los gerentes de los locales en donde nos encontrábamos, para explicarles de forma técnica y con pruebas, porqué el Pisco es peruano. Alguna vez en uno de esos restaurantes cuyo nombre era Sonora, el gerente ante nuestra insistencia, respondió que iba a cambiar la carta pero para mayor seguridad por si alguien lo refutaba o reclamaba, pidió mi nombre y mi teléfono, a lo que accedí gustosamente. Por supuesto nadie nunca me llamó… Un tiempo después regresamos al mismo local para cerciorarnos de que había cumplido y para nuestra grata sorpresa, ya en el Menú figuraba: Pisco Sour, cocktail peruano elaborado con Pisco original del Perú, y si no, pregúntenle a José Luna, teléfono tal... Esto me llenó de orgullo pues hoy en día muchos restaurantes y bares que ofrecen Pisco Sour, lo presentan como lo que es, Peruano.

Como todo en esta ciudad, cuando crece, crece exponencialmente, ya no podríamos seguirle el paso a todos los locales que expenden nuestra bebida de bandera, pero eso sí, gracias a la labor de muchos peruanos como es mi caso, que con paciencia y cariño por lo nuestro hemos salido y seguiremos saliendo en defensa de nuestro Pisco, hemos ganado la delantera y ratificado una vez más que el Pisco es de origen peruano, de una ciudad al Sur de Lima llamada Pisco, y que su combinación exquisita da lugar al inigualable y único, Pisco Sour.



Julio 2009

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